Historia de Maquiempanadas

En 35 países ya se venden máquinas para hacer empanadas y arepas de manera industrial. Los diferentes ingredientes que se usan y las formas con las que se elabora este producto en distintos países no le quitan su esencia: la empanada es un alimento universal. Con esta idea en mente, en 2011 la entonces estudiante de la maestría en negocios de la Universidad de Manizales, Emma Eugenia Meza, decidió que ya era hora de que las empanadas dejaran de hacerse en un proceso manual y pasaran a elaborarse de manera industrial.

Con la ayuda de su padre, un ingeniero mecánico, y el apoyo de Colciencias, el fondo Emprender y Destapa Futuro, inició una investigación para desarrollar una máquina que cumpliera esta función de elaborar el típico producto de la gastronomía colombiana. Fue así como surgió Maquiempanadas, una compañía dedicada a la producción de equipos para elaborar este delicioso manjar, que se está convirtiendo en un suceso internacional.

“Fue un proceso lento y en un principio tuvo más aceptación en el mercado internacional que en el nacional. Pero estamos revolucionando el mercado de la comida típica”, asegura Ema Eugenia Meza, gerente de la compañía. Aunque las primeras máquinas eran muy sofisticadas en su parte mecánica y tecnológica –y llegaban a costar $70 millones–, tras asistir, de la mano de Pro Colombia, a ferias internacionales e indagar por el mercado, la empresa logró desarrollar equipos sencillos de utilizar, de un tamaño máximo de 70 centímetros –cuestan cerca de $9 millones–, que hoy tienen gran demanda en el país y en el exterior.

El equipo más vendido es la Multifuncional, que ha encontrado compradores en Argentina, Chile y los países centroamericanos, así como también en La Florida, Estados Unidos. Este equipo permite elaborar no solo empanadas de manera industrial sino también arepas, pasteles, patacones y productos de coctelería a partir de harina de trigo, maíz y yuca.

La empresa comenzó exportando en 2012 cerca de US$20.000 y el año pasado llegó a US$300.000. Este año la meta apunta a duplicar esta cifra, produciendo desde Manizales cerca de 400 máquinas al año, en una fábrica que genera 15 empleos directos y unos 10 indirectos. 

La participación en ferias internacionales y ruedas de negocios no solo le ha permitido a esta compañía abrir ventas en 12 mercados internacionales, donde realiza 60% de sus ventas en unidades y 80% en valor. Esto la hizo acreedora al Premio Nacional de Exportaciones. También le ha permitido innovar y ampliar su portafolio, que ahora incluirá desde máquinas que mezclan harinas –maíz, yuca o plátano–  laminadoras, picadoras de cebolla larga, desmechadoras de carne, que no se consiguen en el mercado. Con un potencial de mercado inmenso y nuevos productos, Maquiempanadas busca revolucionar la comida típica. Y pasar de la mano a la máquina.